Hoy que he recibido un carta de un amigo muy querido, me hizo recordar nuestra historia, parte importante de mi vida.
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Lo conocí un día, que buscaba a una amiga, el me atendió muy amablemente y me ofreció esperarla, acepte encantada, yo entonces tenia 17 años, el andaría por los 28 años, era profesor en esa academia, conversamos un rato y como mi amiga nunca llego, decidí irme, el se ofreció llevarme pues ya no tenia clases.
Yo hice lo que nunca se debe hacer, me subí al carro de un completo extraño.
Fue un caballero, me llevo a casa de mi amiga donde tampoco estaba y luego se ofreció a llevarme a mi casa y yo encantada pues quería pasar mas tiempo con el.
Esos días estaba interesada en un chico de mi edad y estábamos por comenzar un romance.
Un día mi “viejo” amigo me invito a salir y aceptem luego “ojos claros” me invito a salir el mismo día!!, era tanto mi interés en este chico que cancele al “viejo” por “ojitos” pero con tan mala suerte que este me cancelo, muy decepcionada y arrepentida, me fui con mis amigas a un concierto y ohhh sorpresa!!!! Ahí estaba mi viejo galán con una conquista, nos sorprendimos mutuamente de vernos. Y como era de esperarse no volvió a llamar.
Luego al terminar el bachillerato, me fui de intercambio por 2 años, la noche anterior a mi viaje cuando preparaba la maleta, recibí una llamada y era el para invitarme a salir, le conté que me iba al día siguiente y me preocupe porque pensé que no me podía creer, Que chasco.
Y me fui, a vivir mi experiencia.
Cuando regresaba me acorde de el y le llame y otra vez paso algo rarísimo, el salía al día siguiente de viaje de estudios.
Cuando regreso nos decidimos a recuperar el tiempo perdido y fue maravilloso, es el mejor amigo que he tenido en la vida, era mi par, por mucho tiempo no necesite pareja porque el estaba siempre conmigo, éramos uña y carne nunca paso nada, nunca me insinuó nada, no me comento de sus romances aunque se que los tuvo y yo me cuide muy bien de comentarle los míos, no se porque.
Teníamos un mundo, donde no había nadie mas, salíamos, nos divertíamos, conversábamos, hacíamos todo juntos, era mi pareja oficial, muchos creían que éramos pareja de verdad, no me interesaba de esa forma y quiero creer que yo a el tampoco.
Un día hablando a altas horas de la noche por teléfono, oí ruidos y me extraño, empecé a hablarle y se había dormido al teléfono, era lo mas gracioso, lo utilice muchas veces para chantajearlo bromeando.
Tiempo despues se volvió a ir al extranjero, no me falto nunca de escribir, llamar o visitar cuando podía mientras estuvo fuera, sin contar mis regalitos especiales. Esas cosas que no valen nada, pero que son tan curiosas que valían montón tanto para el como para mi.
Pero paso lo que tuvo que pasar.
A su regreso, un día me dijo que tenia novia oficial y que tenia planes de boda, se me cayó el mundo, me confundió montón, era algo con lo que no había contado.
Me entraron celos enormes y por las cosas mas ridículas, celos de que ella disfrutaría de una acuarela que le regale y de la cual yo tenia el par, (tal vez inconscientemente esperando reunirlas en nuestra pared.).
Nos alejamos, era lógico, cuando una es novia oficial se convierte en un monstruo, un pulpo de grandes tentáculos que necesita controlar todo y ya ahí no caben las mejores amigas, ni valen para nada los años de amistad.
No hubo almuerzos para conocernos, aunque el me invitaba y después surgía con una excusa muy nervioso. Yo entendí que ella no tenía intenciones de conocerme y menos incluirme en su vida, Por entonces yo tenia rollos propios también, y me sentía muy confundida.
Pero yo la entendía.
¿Quien quiere una amiga que conoce mas que tu a tu pareja?
Esa con la que tu novio mantiene un lenguaje especial que sabe como le gusta todo, que tiene siempre el regalo perfecto para el y que no olvida jamás un cumpleaños.
Y llego el día de la boda, me lo pensé mucho, la verdad es que no quería ir, pero tenia una obligación moral, sabia que el no me perdonaría si no iba, así que me arme de valor me puse mi mejor vestido y pensé que solo iría a la iglesia, a felicitarlos y después me inventaría un fallo en el carro para no ir a la fiesta, así que con mi plan no cabía llevarme un acompañante, que gran error.
Ya había comenzado la misa cuando llegue, me quede muy atrás, y verlo ahí de pie, tan guapo, tan nervioso con su novia de blanco, me dolió.
Espere estoicamente a la puerta de la iglesia con el nudo en la garganta, el largo recorrido de felicitaciones y nos cruzamos la mirada, ella no encajaba para nada con el, solo de verla lo supe.
Tuve que ir a la fiesta, pues el me miro a los ojos fijamente( como presintiendo mi plan) y me dijo ¿Vas a ir? Claro, le dije.
Estaba enamorado, y lo supe, no cuando me dijo que tenia novia oficial, tampoco cuando me dijo que se casaba, lo supe cuando lo vi bailando en la boda. ( Y no me refiero al vals).Es que el no bailaba nunca.
Lo extraño a el.
Que me enseño muchas cosas que no sabia,
Que me llevo a mi casa un día que me pase con los tequilas, que no me hablo en todo el camino pero igual me llevo.
Que nunca aprobó los chicos que me gustaban y por lo tanto opte por no contarle,
Y luego el que me regañaba y consolaba cuando llorando le contaba de los finales amorosos.
El que me defendió a capa y espada cuando me levantaron un falso.
El que un día le toco hacer un viaje de trabajo con uno que me había hecho daño y no le hablo en todo el viaje de 10 días.
El que me perdono que no me despidiera cuando emigre de mi país.
Me hubiera gustado tenerte en mi vida, amigos por siempre, aunque nunca hubiera pasado nada entre nosotros. Yo no sabia que me importabas de esa otra manera. Y muy tarde lo descubri. No oi a los que me lo decian.
Espero que seas feliz, bailando con esa chica.
Y deseo especialmente que tengas colgada mi acuarela en tu pared.